jueves, 12 de noviembre de 2009

El placer de morir.

(En este dialogo intervienen dos sujetos)

  • ¿De que tienes miedo?

  • Esa no es la pregunta adecuada. Mas bien a quien temo.

  • Esta bien ... entiendo ¿entonces a quien temes?

  • Es a ti a quien temo, es a tu compañía, a tu llegada imprevista, pero sobretodo, temo a la fatalidad de tu mirada.

  • ¿Por qué temes a quien apenas conoces?

  • No solo te temo, también te odio, te odio tanto que no tienes idea. Pero lo extraño es que te detesto y a la vez “te amo”.

  • ¿Por qué me odias?¿Por qué me odias tanto?

  • Te odio por llevártelos a todos o casi todos me arrebatas mis amores, mis hijos, nietos, hasta mis padres me dejaron por ti, todo me lo quitaste. Solo me queda mi propia vida, y aun asi preguntas por que te odio. Como no odiarte, como no detestarte, “como no tratar de evadirte”.

  • Sabes bien que no puedes evitarme, tarde o temprano, te visitare. Tal vez retraces mi llegada, pero se que me esperaras en mi ausencia y cuando ya estés cansado de esperar vendré por ti. “vendré por que se que me necesitas”. “Todos me necesitan”.

  • Yo no te necesito; yo no te quiero. Vete y no vengas mas; nunca mas.

  • No sabes lo que me pides, mejor calla y dime algo: ¿Duele mucho?

  • No te entiendo, no te comprendo, que puede dolerme si no me pasa nada. Solo tu me afliges, solo tu me dueles. Vete, vete ya.

  • Entonces no ha dolido. Me alegra saber que no has sufrido. Eres afortunado, sabes ¡muy afortunado!.

  • ¿Afortunado?. No entiendo entonces mi fortuna. No hay nada que tenga que otros no posean, incluso lo que soy no me produce gracia ni orgullo alguno.

  • Como te va a producir gracia lo que no eres y orgullo “lo que dejaste de ser”.

  • Todavía soy yo; todavía me tengo.

  • Para ellos no eres nada mas que una caja llena de huesos, no eres mas que un recuerdo, una imagen destinada a olvidarse. ¡No sueñes mas! Despierta que ya estas muerto.